El tucán silba
y enloquece de amor
la selva entera.
Poema y composición gráfica: Carlos Vidales © 2011
Nota bene. Hay tantas especies de tucanes y son tan variados sus cantos, que no existe hembra en el mundo capaz de resistir su reclamo. Hace muchos años, en La Planada (Nariño, Colombia) un tucán entonó durante horas un sonido idéntico al de mi máquina de escribir portátil, la que, naturalmente, enloqueció de amor y nunca más volvió a funcionar normalmente. La abandoné. Espero que el tucán haya sido feliz con ella.